Este conocido pueblo de Málaga tiene unas aguas termales gratuitas que poca gente conoce
El origen de los baños data de la Edad Media
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En las proximidades de Casares, uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Málaga, se encuentran los conocidos Baños de la Hedionda, un manantial de aguas sulfurosas cuyo uso data de finales de la Edad Media. Las obras para construir el edificio de los Baños comenzaron en el siglo XVII. Sin embargo, la documentación histórica indica que su uso regular no se inició hasta el siglo XVIII.
En esta época, el uso de manantiales con fines terapéuticos empezó a ganar popularidad en Málaga. Fue en el siglo XIX cuando estos lugares, destinados al turismo de baños interiores, se difundieron ampliamente por toda la provincia. Alrededor de los Baños de la Hedionda, se encuentran diversas estructuras relacionadas con el aprovechamiento del agua del arroyo de los Molinos. Estas incluyen acequias, puentes y acueductos que datan de la época moderna y contemporánea.
Casares
Casares, situado en una colina que se alza entre la serranía de Ronda, la Costa del Sol y el Campo de Gibraltar, es uno de los pueblos más hermosos de la provincia de Málaga. Esta belleza le valió el título de Conjunto Histórico Artístico en 1978. El origen de Casares se remonta a la época romana, cuando Julio César ordenó su construcción tras curarse al sumergirse en los Baños de la Hedionda.
Lugares de interés
El casco antiguo de Casares, con su laberinto de calles empedradas y casas encaladas, es ideal para perderse y disfrutar de su ambiente. Sus estrechas y serpenteantes vías recuerdan a un antiguo laberinto árabe, adornado con flores en ventanas y rincones pintorescos como el de «Bésame en Casares».
La fortaleza medieval de Casares, construida en el siglo XIII, conserva poco más que los muros y las ruinas de la Torre del Alcázar. Sin embargo, su ubicación privilegiada en una colina lo convierte en un lugar imprescindible para visitar. En las cercanías del castillo se encuentran la pequeña Ermita de la Veracruz y la Iglesia de la Encarnación, que se construyó sobre una antigua mezquita.
Blas Infante, conocido como el Padre de la Patria Andaluza, es la figura más destacada de Casares. Nacido en 1885, su casa natal se ha transformado en un museo desde su inauguración el 28 de febrero de 1998, coincidiendo con el Día de Andalucía. Este museo, que contiene tres salas, permite conocer aspectos interesantes de su biografía y obra literaria, y también alberga exposiciones temporales.
El pueblo malagueño cuenta con numerosos miradores que ofrecen vistas espectaculares. Algunos de los más destacados son el Punto Panorámico de Casares, el Mirador del Castillo, el Mirador de la Peña Pepe Largo, el Tajo de la Planá y la Plaza Marcelino Camacho.
Baños de la Hedionda
Durante la temporada alta, que se extiende desde el viernes 23 de junio hasta el domingo 10 de septiembre, el acceso al edificio de los Baños de la Hedionda está controlado por el Ayuntamiento de Casares. Este control tiene como objetivo preservar el valor patrimonial del lugar y asegurar que no se exceda su capacidad máxima. Las restricciones de acceso se aplican de lunes a viernes entre las 12:00 y las 19:00 horas, y los fines de semana hasta las 20 horas.
Fuera del edificio, se encuentran varias pozas junto a la zona recreativa. En estas áreas, el baño está permitido en cualquier horario, sin las limitaciones impuestas al interior del edificio. Estas medidas buscan equilibrar la conservación del sitio histórico con la comodidad de los visitantes.
Historia
Los Baños de la Hedionda están rodeados de numerosas leyendas que intentan explicar su origen. Una de las más conocidas combina elementos mágicos y creencias populares: según esta leyenda, Santiago expulsó a un demonio que habitaba en las aguas, y el último suspiro del demonio dio al agua su característico olor a azufre. Esta historia ha sido recogida por varios autores y viajeros, aunque con variaciones en sus relatos.
No obstante, la leyenda más difundida atribuye a los baños un origen noble y histórico: en el año 61 a.C., las tropas romanas, acampadas en la zona para enfrentarse a las fuerzas de Pompeyo, se habrían curado de la sarna al bañarse en estas aguas. Otra versión sugiere que fue el propio Julio César quien, al curarse de una infección herpética, mandó construir los baños que se conservan hasta hoy.
Desde el año 2016, los Baños de la Hedionda cuentan además con piscinas naturales, que complementan el conjunto. Las obras realizadas entre el siglo XVII y finales del XX, aunque parcialmente conservadas, también forman parte del patrimonio del lugar. Aunque los restos encontrados no parezcan coincidir con la magnificencia típica de las construcciones romanas, los estudios confirman su origen romano, a pesar de las alteraciones sufridas en la estructura primitiva.
En resumen, los Baños de la Hedionda, con su mezcla de leyendas y hechos históricos, destacan por sus propiedades curativas y su evolución arquitectónica a lo largo del tiempo.